Descripción

Este trabajo construye un modelo cuantitativo para evaluar la asignación óptima de recursos en una economía que está sujeta a una fuente de ingresos altamente volátil, como es el caso de exportaciones de commodities, y que tienen un acceso imperfecto a los mercados financieros
internacionales. En este contexto el gobierno debe balancear los beneficios de suavizar el consumo y acumular activos con motivos precautorios, además de invertir en activos libres de riesgo o capital físico. Las características del modelo y la manera de resolverlo permiten una exploración detallada de los beneficios de cada una de estas decisiones, particularmente aquellas relacionadas con incertidumbre y volatilidad. El análisis entrega lineamientos sobre el ahorro y consumo óptimo en ambientes estocásticos y las respuestas óptimas a shocks grandes y cambios permanentes in los procesos estocásticos.