Descripción

La medición de la inflación se efectúa a través de índices de precios para una canasta diversa de productos y servicios diversos. No obstante, sus distintos componentes pueden seguir trayectorias diferentes dependiendo de los mecanismos de formación de precios en cada mercado. Esto ha llevado a construir subíndices de precios con un mayor grado de homogeneidad a su interior para efectos analíticos. Este trabajo focaliza su atención sobre el comportamiento de los precios de servicios en Chile. Estos últimos revisten especial interés porque no sólo representan cerca de la mitad de la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC), sino porque su trayectoria en el tiempo ha diferido significativamente de la de los precios de bienes. El análisis empírico construido en este trabajo se basa en la estimación de un conjunto de Curvas de Phillips Híbridas Neokeynesianas (CPHNK), las que permiten comparar el valor y significado estadístico de las elasticidades estimadas para diversos componentes del IPC y compararlos con los obtenidos para el IPC general.
Los resultados sugieren que: (i) la CPHNK mantiene un alto grado de validez como representación de la determinación de la inflación, con valores significativos para las elasticidades claves en todas sus desagregaciones; (ii) la estimación desagregada de CPHNK no reduce la significación estadística de los resultados; (iii) la historia inflacionaria de Chile explica una alta elasticidad a la inflación rezagada y a las expectativas de inflación; (iv) la dinámica agregada de la inflación de servicios difiere de aquella de bienes tanto en el ajuste a la CPHNK como en la respuesta frente a shocks de sus principales componentes, respuesta que ha variado de manera dispar en el período reciente; (v) existen diferencias importantes en el comportamiento de servicios indexados y no indexados medida por la naturaleza de los covariantes y el tamaño de los coeficientes base de la CPHNK; (vi) la desagregación de servicios eleva su consistencia conceptual sin sacrificar la calidad de la predicción de la inflación de servicios en su conjunto y es superior a otras desagregaciones de servicios, y (vii) la construcción de índices mediante la recolección de precios a nivel de productor o proveedor dificulta la comparación de los cambios en el poder adquisitivo resultante de la aplicación de impuestos o subsidios específicos.
Todo lo anterior sugiere la utilidad de separar al IPC entre grandes componentes o subíndices para mejorar las proyecciones de inflación, incluida su inserción en modelos de mayor complejidad para el análisis macroeconómico.