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Wednesday, September 5, 2018

El Presidente del Banco Central, Mario Marcel, presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) ante el pleno del Senado

 

El Presidente del Banco Central, Mario Marcel, presentó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre ante el pleno del Senado en Valparaíso y además de exponer los detalles de la evolución macroeconómica y sus proyecciones, entregó un recuento del contenido y avance del Plan Estratégico Institucional 2018-2022.

Marcel asistió a la sesión acompañado del Vicepresidente Joaquín Vial; los Consejeros Pablo García, Rosanna Costa y Alberto Naudon y los Gerentes de División Política Monetaria, Elías Albagli; Política Financiera, Solange Berstein; Estadísticas, Gloria Peña; Mercados Financieros, Beltrán de Ramón y Asuntos Institucionales, Michel Moure.

Tras exponer el contenido del IPoM, el Presidente del Banco Central informó del avance del Plan Estratégico que entró en vigencia este año y que actualizó la misión y visión institucional del Banco, definiéndola como el de “ser una institución confiable por su carácter técnico y excelencia en el logro de los objetivos encomendados”.

“Esto expresa la necesidad de que el Banco esté preparado para responder a las oportunidades y desafíos que se le van presentando en el plano macroeconómico e institucional, en el entendido que en el mundo y la sociedad actual la confianza que la ciudadanía deposita en la institución se debe ganar día a día, independientemente de los logros pasados”, dijo.

En su exposición, hizo una serie de anuncios de acciones que el Banco Central desarrollará para fortalecer el cumplimiento de sus objetivos.

Una de ellas es impulsar una evaluación externa de su desempeño en el cumplimiento de los dos mandatos de su Ley Orgánica, es decir, la estabilidad de precios y la estabilidad financiera. Para ello, convocará a un panel compuesto por cuatro connotados expertos mundiales en banca central, que acumulará los antecedentes relevantes en el curso de los próximos meses y emitirá un informe con sus apreciaciones y recomendaciones a tiempo para ser presentado en el mismo Senado en 2019.

“Esta será una forma concreta de rendir cuentas ante este Honorable Senado por la forma en que el Banco y su Consejo han cumplido con las obligaciones que le impone la ley y sus responsabilidades ante la sociedad, lo cual adquirirá especial connotación al cumplirse 30 años de autonomía de la institución”, dijo.

También informó que en los próximos meses se publicará un manual con los modelos de proyección macroeconómica que usa en Banco en la formulación de la política monetaria, lo que permitirá entender mejor el análisis que realiza el Consejo y dimensionarse la sensibilidad de las proyecciones a ciertas variables claves.

Anunció además que el Banco mejorará su comunicación respecto al supuesto de trayectoria futura de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en el Informe de Política Monetaria (IPoM), “de modo de entregar una orientación más clara al mercado sobre cómo puede irse materializando la política monetaria en el escenario base del Informe”.

Se fortalecerá el análisis de riesgos “articulando con más claridad escenarios alternativos y sus implicancias para la política monetaria. De esta manera, esperamos que el Banco Central de Chile se ubique en la vanguardia de los bancos centrales en materia de transparencia y calidad de su orientación a los agentes económicos y la ciudadanía en general”.

Agregó que se ampliará el análisis de riesgos de estabilidad financiera, incorporando algunos no contemplados actualmente en el Informe de Estabilidad Financiera (IEF), como los de seguridad informática. En este mismo ámbito y asociado a la aprobación de la Ley General de Bancos, el Banco Central anunciará en el curso del próximo año las variables y parámetros con que se aplicará el requerimiento de reserva de capital contracíclica, “la que se constituirá en el instrumento más importante de la política macroprudencial en Chile”.

El Presidente del Banco Central dio cuenta además de una serie de acciones desarrolladas en el transcurso de este año y que se relacionan con el desarrollo de cinco focos que conforman el Plan Estratégico de esta institución.

En el foco relacionado con la mantención del liderazgo intelectual en áreas relacionadas con el mandato del Banco, mencionó la aplicación del nuevo esquema de difusión de la política monetaria, con ocho reuniones en el año, presentación separada del IPoM y el IEF y la publicación de análisis más profundos de temas de relevancia macroeconómica y financiera.

En el foco relacionado con el fortalecimiento del entendimiento y diálogo de la organización con su entorno, mencionó la creación de una Gerencia de Asuntos Institucionales, encargada de diversificar y mejorar la calidad de las comunicaciones del Banco, desarrollar programas de apoyo a la comunidad en temas de su competencia e implementación de la agenda de transparencia activa de la institución.

Respecto del foco de fortalecer el gobierno corporativo, mencionó entre otros temas el cambio de estructura organizacional tendiente a generar mayor flexibilidad, empoderamiento y responsabilidad de las Divisiones y Áreas del Banco. Este ajuste incluyó la creación de la gerencia de riesgo estratégico y de riesgo tecnológico.

En el foco de mejoramiento de la capacidad para comprender e incorporar los cambios tecnológicos al trabajo del Banco, dijo que se creó un observatorio tecnológico que busca ser un catalizador del desarrollo del conocimiento y la adopción de innovaciones más relevantes para el Banco y el cumplimiento de sus funciones. Este observatorio pone atención a temas como las monedas digitales de bancos centrales, criptoactivos y estabilidad financiera, desarrollos en pagos digitales y tecnología de registros distribuidos y sus aplicaciones, tecnología y gestión de datos, ciberseguridad y riesgos para el sistema financiero, entre otros temas.

En su cuenta, mencionó también avances en la implementación de las normas de Basilea III; la publicación de nuevas series estadísticas y la incorporación de medidas de seguridad informática basadas en altos estándares internacionales.

Política monetaria

Tras la decisión adoptada ayer de mantener la Tasa de Política Monetaria en 2,5 por ciento, el Presidente del Banco Central dijo en su exposición que la mejora en el estado de la economía, reflejado en proyecciones de mayor crecimiento para 2018, hace menos necesario el impulso monetario, con lo que, de mantenerse el actual escenario, éste comenzará a retirarse en los próximos meses.

Consideró importante “recalcar el trabajo que ha realizado la política monetaria durante los últimos años” y lo sintetizó diciendo que “a partir de 2013 nos enfrentamos a un escenario en que las condiciones externas se volvieron menos favorables y nuestra economía perdió dinamismo. Una significativa depreciación del peso presionó a la inflación, que se elevó por sobre el 4 por ciento. El esquema de metas de inflación que guía nuestra política monetaria y la credibilidad que el Banco ha acumulado nos permitió pensar prospectivamente y aplicar una política monetaria altamente expansiva para mitigar el menor dinamismo de la demanda interna y externa y así asegurar que la inflación convergiera a 3 por ciento en un plazo de dos años. Hoy, casi cinco años después de iniciado ese proceso, la evolución de las condiciones macroeconómicas indica que, finalmente, la economía ya no necesita de un impulso monetario tan expansivo, lo que sin duda es una muy buena noticia”.

Agregó que este proceso será gradual, por lo que la política monetaria continuará siendo expansiva, con una TPM por debajo de su nivel neutral, durante un buen tiempo.

“Al mismo tiempo, el Banco Central estará preparado para actuar de manera contracíclica en caso de que se materialicen los riesgos a la baja en el sector externo”, dijo.

Guerra comercial

Respecto del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, Marcel dijo que hasta ahora, las acciones aplicadas por Estados Unidos y las represalias han sido limitadas, pero el conflicto no ha amainado y las medidas adoptadas ya están teniendo un impacto en las percepciones de riesgo y los mercados más sensibles a éstas. “La economía chilena cuenta con un marco de política económica que le permite absorber los shocks externos y reducir sus efectos negativos, en particular un tipo de cambio flexible y una política monetaria basada en una meta de inflación a dos años plazo”, sostuvo.

En el ámbito externo, hizo hincapié en que “los inversionistas han diferenciado a las economías emergentes que se perciben más vulnerables de aquellas con fundamentos más sólidos”.

“Chile enfrenta la coyuntura actual con buenos indicadores macroeconómicos en términos de crecimiento, inflación y del balance de sus cuentas fiscales y externas. Además, el tipo de cambio flotante permite amortiguar los shocks externos y el marco de política monetaria posibilita actuar de manera contracíclica. Esto es factible por la baja exposición a riesgos de tasas de interés y tipos de cambio de los principales agentes económicos”, señaló.

Dijo que el esquema cambiario flexible juega en Chile un rol amortiguador de los shocks externos, a diferencia de otros países emergentes, precisamente porque tanto el sector corporativo como financiero tiene una cobertura adecuada —y monitoreada en forma permanente por los reguladores respectivos.

“De hecho, desde la adopción de la flexibilidad cambiaria en 1999, la economía chilena ha experimentado varios períodos de depreciación relevante del peso, como en el 2008, 2013 y 2015, sin que se hayan producido problemas en el sector corporativo con deuda denominada en dólares. De este modo, el marco de política monetaria basado en metas de inflación, el tipo de cambio flotante y mercados financieros profundos son los pilares fundamentales del diseño macroeconómico del país”, dijo.

Escenario base y escenario de riesgo

En una conferencia de prensa posterior a su presentación, el Presidente del Banco Central hizo una distinción conceptual y metodológica entre el escenario base, los factores de riesgo y las percepciones sobre la situación económica, considerando la preocupación que existe por el futuro de la economía internacional.

“El escenario base no es el lugar para incorporar situaciones hipotéticas o apreciaciones subjetivas sobre el futuro de la economía, porque la política monetaria no puede guiarse sobre esas bases. Las proyecciones de mayor crecimiento del actual IPoM se basan fundamentalmente en información ya disponible sobre el desempeño de la economía en el primer semestre y su curso más probable en los próximos meses”, dijo.

Agregó que este escenario base no incluye medidas en el exterior que se encuentren en estudio, en consulta o que estén en mensajes de redes sociales, porque el lugar para evaluar el impacto de escenarios alternativos es el balance de riesgos.

“El actual IPoM incluye un análisis pormenorizado de los riesgos asociados a un eventual escalamiento del conflicto comercial y la baja exposición de los balances del gobierno y empresas a riesgos financieros y cambiarios”, sostuvo Marcel, añadiendo que si estos eventos ocurren y tuviesen un efecto contractivo, la política monetaria – que se basa en un objetivo de inflación a mediano plazo- puede actuar de manera contracíclica.

Sobre esta base, afirmó que el comunicado de la RPM de ayer ha sido claro en cuanto a que “el inicio del gradual retiro del impulso monetario es contingente a la mantención del actual escenario base”.

Hizo hincapié en que “ni el escenario base, ni los factores de riesgo pueden elaborarse en base a percepciones subjetivas, expectativas o clima de opinión” y agregó que “muchos análisis de mercado se basan en el contraste entre datos efectivos y proyecciones o estimaciones de los propios analistas, lo que lo hace fuertemente dependientes de estas últimas”.

“El BC trata de evitar este tipo de comparaciones y prefiere en cambio basarse en datos efectivos y proyecciones apoyadas por modelos robustos”, señaló.

Se refirió también a los índices de expectativas que se publican con regularidad, señalando que “tienen tres limitaciones importantes. Primero, integran respuestas a preguntas que se sitúan en distintas perspectivas (propia o país) y plazos (actual o futura). Segundo, existe una brecha significativa y variable entre las percepciones sobre la situación propia y las expectativas sobre el futuro del país. Tercero, no existe una relación robusta entre estas últimas y las decisiones de consumo, empleo o inversión”.

Agregó que “de esta forma, es posible que el cierre de una empresa importante o la retórica de la disputa comercial internacional, influya sobre las expectativas sobre la situación del país pero no necesariamente altera la decisión de adquirir bienes durables, contratar empleados o adquirir equipos. Por esta razón, el BC sólo utiliza la información de encuestas de percepciones económicas focalizándose en algunas preguntas claves y para un chequeo de consistencia con sus propias proyecciones sobre el comportamiento de los agentes económicos”.

 

 
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