Informe de Estabilidad Financiera
Informe de Estabilidad Financiera Segundo Semestre 2025
El principal riesgo para la estabilidad financiera local continúa siendo un estrechamiento abrupto de las condiciones de financiamiento por un deterioro del escenario externo. Las vulnerabilidades globales se han acentuado desde el último Informe y persisten focos de riesgo geopolítico, comercial, fiscal, e institucional, que contrastan con un sostenido aumento de los precios de activos financieros riesgosos. Las elevadas valoraciones de esos activos y los altos niveles de endeudamiento soberano en economías avanzadas constituyen vulnerabilidades que podrían exacerbar los efectos de diversos eventos de riesgo sobre las condiciones de financiamiento globales y su transmisión a las economías emergentes. A nivel local, las condiciones financieras exhiben una leve mejora respecto al último Informe. Los indicadores de vulnerabilidad de los usuarios de crédito se han mantenido relativamente estables, con algunas mejoras para empresas que reflejan el aumento de las ventas. La banca presenta niveles de capital que le permitirían mantenerse solvente en un escenario de tensión severo. Si bien la economía chilena no es inmune a los desafíos que presenta el escenario global, cuenta con solidez macroeconómica y estándares de regulación y supervisión financiera robustos, lo cual le permite disponer de mecanismos de ajuste y holguras para mitigar los efectos de shocks adversos.
¿Qué nos dice este IEF?
El principal riesgo para la estabilidad financiera local continúa siendo un estrechamiento abrupto de las condiciones de financiamiento por un deterioro del escenario externo.
Las vulnerabilidades globales se han acentuado desde el último Informe y persisten focos de riesgo geopolítico, comercial, fiscal, e institucional, que contrastan con un sostenido aumento de los precios de activos financieros riesgosos.
El principal riesgo para la estabilidad financiera local continúa siendo un estrechamiento abrupto de las condiciones de financiamiento por un deterioro del escenario externo.
- Existen diversos factores que podrían reducir el apetito por riesgo de los inversionistas, generar una descompresión global de spreads y gatillar una caída en los precios de los activos financieros en los mercados internacionales.
- Entre ellos destacan, una intensificación de las tensiones comerciales, geopolíticas, o institucionales, así como un impacto más pronunciado de estos elementos sobre la actividad o la inflación, o cambios en la percepción de los beneficios de las nuevas tecnologías que reduzcan las valoraciones de las empresas del sector y las expectativas de crecimiento agregadas.
Las vulnerabilidades globales se han acentuado desde el último Informe y persisten focos de riesgo geopolítico, comercial, fiscal, e institucional, que contrastan con un sostenido aumento de los precios de activos financieros riesgosos.
- En las economías desarrolladas, especialmente en Estados Unidos, han seguido aumentado los precios de acciones, bonos corporativos, y otros activos riesgosos, reflejando, entre otros factores, menores premios por riesgo.
- Lo anterior, junto con una caída en los índices de volatilidad implícita (VIX, MOVE), dan cuenta de un elevado nivel de apetito por riesgo que contrasta con el escenario de alta incertidumbre asociado a tensiones comerciales, geopolíticas e institucionales.
- Al mismo tiempo, el endeudamiento global, particularmente el soberano, continúa aumentando.
Las condiciones financieras locales exhiben una leve mejora y los indicadores de vulnerabilidad de los usuarios de crédito se han mantenido relativamente estables, con algunas mejoras para empresas.
- En los hogares, las vulnerabilidades se mantienen en niveles bajos, similar a lo descrito en el Informe anterior.
- Desde el Informe anterior, las empresas disminuyeron sus indicadores de endeudamiento, carga financiera e impago, reflejando una menor vulnerabilidad financiera.
- La banca presenta niveles de capital que le permitirían mantenerse solvente en un escenario de tensión severo.
Si bien la economía chilena no es inmune a un deterioro significativo del escenario externo, cuenta con mecanismos de ajuste y holguras para mitigar los efectos de shocks adversos.
- A nivel local, la materialización de un escenario de riesgo u otro similar podría desencadenar salidas de capitales, aumentos en las tasas de interés, correcciones abruptas en los precios de bonos soberanos y movimientos en el tipo de cambio que interactúen con las vulnerabilidades financieras de usuarios y oferentes de crédito locales.
- Frente a ello, la economía chilena cuenta con solidez macroeconómica y estándares de regulación y supervisión financiera robustos, lo cual le permite disponer de mecanismos de ajuste y holguras para mitigar los efectos de shocks adversos.