Informe de Estabilidad Financiera Primer Semestre 2021

Informe de Estabilidad Financiera Primer Semestre 2021

Desde el IEF anterior, las condiciones financieras globales han permanecido favorables y la actividad mundial muestra señales de recuperación, al tiempo que se mantienen cuantiosas políticas de apoyo en muchas economías. A nivel local, la acción de distintas autoridades incluido el Banco Central de Chile (BCCh), y la operación prudente del sector financiero, permitieron contener los riesgos para la estabilidad financiera, derivados del inusitado shock generado por la pandemia del Covid-19. De este modo, a diferencia de crisis anteriores, el costo de financiamiento se ha mantenido bajo, la morosidad sigue contenida y el crédito ha continuado fluyendo, aunque con una desaceleración reciente. En este contexto, la actividad muestra una significativa recuperación después de la profunda contracción del segundo trimestre del 2020, permitiendo que buena parte de las empresas, hogares y bancos cuenten con una mayor fortaleza para resistir escenarios de tensión que lo que se estimaba en el IEF anterior. No obstante, la situación sigue deteriorada respecto de dos años atrás, puesto que los usuarios de crédito —hogares, empresas no financieras y gobierno— han visto erosionada su situación patrimonial producto de un mayor apalancamiento o uso de ahorros, especialmente en sectores cuya actividad ha sido más sensible a las restricciones de movilidad. Hacia adelante, persisten variados factores de riesgo debido a lo inusual del shock causado por la pandemia y a la incertidumbre respecto de su evolución. En este sentido, ajustes abruptos de tasas de largo plazo en economías desarrolladas, o el deterioro en economías emergentes, que no logren seguir el ritmo de recuperación internacional, pueden afectar las condiciones de financiamiento local. El principal desafío para economías como la chilena, donde el proceso de vacunación y de recuperación económica avanza, será lograr un adecuado balance entre políticas que apuntalen dicho crecimiento y la necesaria recomposición de las holguras financieras hacia el mediano plazo.

¿Qué nos dice este IEF?

Las holguras acumuladas a través de los años, junto con un mercado financiero profundo y la acción de las autoridades, han sido esenciales para enfrentar la amenaza más grande a la estabilidad financiera de las últimas décadas.

Las holguras acumuladas a través de los años, junto con un mercado financiero profundo y la acción de las autoridades, han sido esenciales para enfrentar la amenaza más grande a la estabilidad financiera de las últimas décadas.

La economía, después de alcanzar su punto más bajo a mediados del año pasado, se encuentra en recuperación por acción de políticas, el proceso de vacunación y un mejor escenario económico. Las vulnerabilidades, aunque importantes, son menores que hace seis meses atrás.

La economía, después de alcanzar su punto más bajo a mediados del año pasado, se encuentra en recuperación por acción de políticas, el proceso de vacunación y un mejor escenario económico. Las vulnerabilidades, aunque importantes, son menores que hace seis meses atrás.

Los hogares y empresas más vulnerables han reducido su capacidad para enfrentar escenarios futuros desfavorables, aumentando su riesgo de impago.

Los hogares y empresas más vulnerables han reducido su capacidad para enfrentar escenarios futuros desfavorables, aumentando su riesgo de impago.

Ajustes abruptos de las condiciones financieras en algunas de las mayores economías, podrían tener efectos negativos, especialmente en países más rezagados en su recuperación económica.

Ajustes abruptos de las condiciones financieras en algunas de las mayores economías, podrían tener efectos negativos, especialmente en países más rezagados en su recuperación económica.

Las holguras acumuladas a través de los años, junto con un mercado financiero profundo y la acción de las autoridades, han sido esenciales para enfrentar la amenaza más grande a la estabilidad financiera de las últimas décadas.

  • La emergencia sanitaria ha sido un evento que ha excedido escenarios previos de riesgo, generando un deterioro relevante en las finanzas de hogares y empresas más vulnerables, pero sin gatillar eventos de riesgo sistémico.
  • En este contexto, el sistema financiero no solo ha resistido, sino que ha contribuido a sortear el impacto de esta crisis, con el apoyo de políticas fiscales, monetarias y regulatorias.
  • El gasto se ha concentrado en bienes durables —como televisores, muebles, autos, etc—, mientras que los servicios siguen más rezagados por las restricciones de aforo que impone la pandemia.
  • No obstante, este despliegue ha implicado un uso relevante de recursos, lo que ha reducido la capacidad para enfrentar eventos disruptivos en el futuro, con riesgos que están aún lejos de desaparecer.
  • El principal desafío para la economía chilena será lograr un adecuado balance entre políticas que apuntalen el crecimiento, apoyen a sectores más afectados y propicien la necesaria recomposición de las holguras financieras hacia el mediano plazo.

La economía, después de alcanzar su punto más bajo a mediados del año pasado, se encuentra en recuperación por acción de políticas, el proceso de vacunación y un mejor escenario económico. Las vulnerabilidades, aunque importantes, son menores que hace seis meses atrás.

  • Las medidas extraordinarias de política fiscal y monetaria para contener los efectos económicos de la pandemia se han mantenido en muchos países.
  • Estas políticas, han mejorado las perspectivas para la actividad, precios de materias primas y han contribuido a mantener favorables las condiciones financieras.
  • A nivel local, las medidas de apoyo para enfrentar la pandemia se han prolongado, respondiendo a la evolución de la emergencia sanitaria, adaptándose a las nuevas necesidades de financiamiento de los usuarios de crédito.
  • Un mejor panorama externo, los avances en vacunación y la capacidad de adaptación de distintos agentes, han contribuido a reducir los riesgos de estabilidad financiera en Chile respecto del IEF anterior (noviembre del 2020).

Los hogares y empresas más vulnerables han reducido su capacidad para enfrentar escenarios futuros desfavorables, aumentando su riesgo de impago.

  • Aun cuando los niveles de morosidad no han aumentado, algunos hogares y empresas se encuentran en una situación financiera más débil respecto del inicio de la pandemia, lo cual aumenta su riesgo y dificultaría su acceso a créditos.
  • Las empresas grandes mejoraron su rentabilidad y posición de liquidez, y moderaron su endeudamiento en el margen. En tanto, las firmas de menor tamaño aumentaron su apalancamiento impulsado por los créditos FOGAPE.
  • Con todo, un nuevo deterioro de la situación económica encontraría a algunos hogares y empresas en una situación financiera más débil respecto de su ingreso a la pandemia, lo cual aumenta su probabilidad de impago futuro y dificultaría su acceso al crédito.

Ajustes abruptos de las condiciones financieras en algunas de las mayores economías, podrían tener efectos negativos, especialmente en países más rezagados en su recuperación económica.

  • Si bien las perspectivas respecto de la evolución de la pandemia en distintos países han mejorado, esto ocurre en un contexto de prolongada incertidumbre y heterogeneidad en las velocidades de recuperación económica entre países.
  • De producirse una reversión súbita de las tasas de política monetaria en economías avanzadas, las condiciones financieras para emergentes podrían restringirse más allá de lo previsto.
  • Adicionalmente, la fragilidad fiscal observada en algunas economías podría gatillar aumentos abruptos de sus premios por riesgo soberano.
Presentaciones
Presentación del Informe de Estabilidad Financiera primer semestre 2021
Conferencia de prensa. Informe de Estabilidad Financiera primer semestre 2021
 
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