Uso de medios de pago digitales en Chile: ¿cómo andamos por casa?
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Uso de medios de pago digitales en Chile: ¿cómo andamos por casa?
Anualmente, el Banco Central de Chile (BCCh) publica el Informe de Sistemas de Pago (ISiP), documento en el que informa al público las tendencias relacionadas con el uso de los medios de pago, las infraestructuras de mercado financiero -que procesan las transacciones que se realizan con ellos- así como perspectivas de desarrollo y política. Al igual que otros bancos centrales, el BCCh tiene una preocupación por el funcionamiento de los pagos, e informes como el ISiP permiten divulgar sus visiones sobre ello.
En su última edición, correspondiente a 2024, el informe da cuenta del continuo avance en el uso de pagos digitales y en el análisis incorpora métricas para visualizar, en el contexto internacional, el grado de desarrollo en Chile de los pagos minoristas, es decir aquellos que se realizan cotidianamente con efectivo, tarjetas y transferencias electrónicas y que se caracterizan por ser masivos pero de montos relativamente bajos.
Es importante señalar que, al analizar datos sobre tenencia y uso de medios de pago digitales, es usual observar aumentos en el tiempo, lo que tiene como correlato una reducción en el uso del efectivo. Esto se repite en muchos países, por ende, constatar aumentos a nivel local es un diagnóstico parcial. Es por ello que, para tener una visión más acabada de la situación actual, es importante compararnos con otras economías. ¿Con cuáles? La respuesta no es obvia.
Dificultades de comparación entre distintos países
Una primera dificultad al momento de comparar es que en el uso de medios de pago digitales existen circunstancias específicas a cada país, y no necesariamente se cumple que países con mayor nivel de desarrollo económico realizan más pagos digitales. Por ejemplo, Italia y Corea tienen niveles de PIB per cápita parecidos, pero el uso de medios de pago digitales por persona en Italia es sustancialmente inferior.
El uso de los medios de pago es el resultado de la interacción de varios factores. Entre otros: la oferta de los medios de pago, la tenencia de cuentas e instrumentos que permiten realizar pagos digitales, la extensión y alcance de las redes que afilian a los comercios para que acepten tarjetas (“adquirientes”), el número de terminales POS – las máquinas que tienen los comercios para aceptar pagos con tarjetas-, la cantidad de cajeros automáticos y redes de corresponsalías bancarias, los costos y beneficios -del uso y de la aceptación- de medios de pago, el nivel de formalidad de la economía, y posibles incentivos para preferir un medio de pago por sobre otro. Por último, pero no menos importante, las preferencias de las personas.
Otra dificultad es la disponibilidad de información. No todos los países reportan con un nivel de desagregación comparable. Además, la recopilación y procesamiento de información que realizan organismos internacionales —como el Banco Internacional de Pagos (BIS) o el Banco Mundial— toma tiempo, por lo que la última información disponible puede tener uno o más años de antigüedad, y en la industria de pagos pueden pasar muchas cosas en ese período.
Hallazgos del informe de Sistemas de Pago del BC
Con todas estas consideraciones, en el ISiP 2024 se compara el sistema de pagos minorista local con el de un conjunto de países que reportan información al BIS¹. Esto incluye tanto economías desarrolladas como emergentes de distintas zonas geográficas, y se realiza con información para el año 2022. ¿Qué muestra ese análisis?
Primero, la disponibilidad de tarjetas por persona es relativamente similar a la del promedio de los países latinoamericanos y europeos incluidos en la muestra. En Chile existen más de 47 millones de tarjetas (crédito, débito y prepago) con operaciones, por lo que, en promedio, cada habitante en el país tiene 2 tarjetas². Al respecto, cabe destacar que la zona geográfica con más tarjetas por persona es Asia y Oceanía con 6, pero algunos países tienen hasta 14. No es obvio el número óptimo de tarjetas por persona, pero tomando en cuenta que en Chile el grueso de las tarjetas está asociado a productos financieros muy masivos pero relativamente básicos, como la CuentaRUT y las tarjetas de prepago, las diferencias con los países líderes pueden estar reflejando brechas en la calidad de la inclusión financiera, más que en el acceso a un medio de pago digital.
Por otro lado, el número de terminales POS por habitante en Chile si bien se asemeja al de Asia, es inferior al del resto de las zonas geográficas, incluyendo Latinoamérica. Se estima que el número de POS en el país debería ir aumentando en términos absolutos por la entrada en el mercado de nuevos adquirientes y la consolidación de los sub-adquirientes, pero una mejor posición en términos relativos dependerá también de la evolución en otros países.
Respecto al número de cajeros automáticos por persona, Chile se encuentra entre los países con cobertura más baja de la muestra. Como señala el ISiP, este número fue mayor en el pasado, pero los costos de proveer cajeros aumentaron por las mayores exigencias para la infraestructura y el traslado de valores, lo que incidió en una drástica caída en 2013 y en que en los últimos años la cifra de cajeros se mantenga relativamente estable.
Esta combinación de disponibilidad de cuentas, tarjetas, cajeros automáticos, expansión de las redes de adquirencia a través de POS, y uso de Transferencias Electrónicas de Fondos (TEF), llevó a que en Chile, en promedio, se realizaran aproximadamente 252 pagos digitales por persona en 2022, lo que nos sitúa en la mediana de la muestra. Una regresión simple con el PIB per cápita como variable explicativa ubica a Chile sobre la línea resultante.
Los 252 pagos digitales de 2022 se descomponen en 152 pagos con tarjetas de débito, 39 con tarjeta de crédito, y 61 TEF. Respecto de otros países, en Chile se realizan más pagos por persona con tarjetas de débito y de TEF, no así con tarjetas de crédito.
Complementar el análisis requiere ver también la evolución de los indicadores en el tiempo. Así se puede apreciar si la adopción de los pagos digitales ha sido similar a la del resto del mundo, si hay dimensiones donde la adopción fue más temprana (o más tardía), o si se han producido cambios relevantes respecto del resto de los países.
Así, en general, Chile tiende a moverse junto con el resto de los países en la mayoría de las variables. Por ejemplo, la disponibilidad de tarjetas no varía significativamente entre 2017 y 2022 ni para Chile ni para el resto de los países, pero Norteamérica y Asia están siempre en un nivel más alto.
Respecto de los POS por persona, Chile el 2017 tenía un nivel similar al de Latinoamérica y Asia, mientras que para 2022 crece en términos absolutos, sigue siendo relativamente similar al de Asia, pero ahora es inferior al de Latinoamérica. Sí es destacable el crecimiento de los POS entre 2021 y 2022, el que puede estar explicado por la mencionada entrada de nuevos actores en la adquirencia.
En términos del número de transacciones que realizan las personas con los distintos medios de pago, en 2012 Chile el uso de tarjetas de débito era relativamente similar al de Asia y Latinoamérica, pero en 2022 los supera, en particular por el crecimiento observado después de la pandemia.
Respecto del uso de los sistemas de pagos instantáneos (las TEF en el caso de Chile), todo el mundo parte de niveles relativamente bajos en 2012, pues aunque en Chile ya existían, en otros países no, o eran incipientes. Hacia 2022 el uso de estos sistemas aumenta, pero Europa y Latinoamérica (principalmente Brasil) en pocos años logran niveles de uso relativamente similares e incluso superiores al de Chile.
Con todo, la conclusión de las comparaciones internacionales es que el desarrollo del sistema de pagos minorista en Chile es adecuado y coherente con el nivel de progreso económico. Y la tendencia creciente en el uso de pagos digitales continúa. Así, hacia marzo de 2023 los pagos digitales por persona al año habían aumentado de 252 a 315. Esto no quiere decir que no existan desafíos de corto, mediano y largo plazo, sobre las cuales se ahonda en el ISiP y se tratarán en próximos blogs.
¹Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Corea, España, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, India, Indonesia, Italia Japón, México, Reino Unido, Rusia, Singapur, Suecia, Suiza Turquía.
²Considera 19,8 millones de habitantes en el país, según información proyectada por el INE en base al censo 2017. Aunque algunas comparaciones de organismos internacionales incluyen sólo a mayores de 15 o 18 años, los indicadores por persona se han calculado con el total de la población de cada país.
Las opiniones vertidas en este Blog no representan necesariamente la visión del Consejo del Banco Central de Chile.