Descripción

Numerosas economías ricas en recursos han sido mucho más dinámicas que sus similares en América Latina y hay poca evidencia de largo plazo de que países con abundantes recursos naturales tengan un desempeño económico inferior al promedio en general. Sin embargo, hay dos factores que históricamente han distinguido a países latinoamericanos de experiencias más exitosas como las de países escandinavos o Australia. En primer lugar, la deficiente capacidad “innovadora” o “de aprendizaje” originada por la reducida inversión en capital humano e infraestructura científica que conllevó a una débil capacidad para innovar o incluso para aprovechar avances tecnológicos del exterior. Y en segundo lugar, el periodo de industrialización hacia adentro, que creó un sector cuyo crecimiento dependía de rentas monopolísticas artificiales más que de cuasi rentas provenientes de la adopción tecnológica, y al mismo tiempo, debilitó a los sectores intensivos en recursos que tenían potencial para un crecimiento dinámico.